El Señor habla hoy y siempre.

sábado, 19 de febrero de 2011

Salmo 23.

El Señor es mi Pastor, nada me falta,
en verdes pastos me hace reposar;
y donde brota agua fresca me conduce.
Foratalece mi alma, por el camino del bien me dirige,
por amor de su Nombre.
Aunque pase por quebradas muy oscuras no temo ningún mal;
porque tú, estás conmigo, tu vara y tu bastón me protegen.
Me sirves a la mesa frente a mis adversrios, con aceite perfumas mi cabeza,
y rellenas mi copa.
Me acompañan tu bondad y tu favor, mientras dure mi mida;
mi casa será la masión del Señor,
por largo largo tiempo.
Amén.