El Señor habla hoy y siempre.

viernes, 18 de marzo de 2011

Quien fue San José.

19/ 3 / 2011.

Evangelio según San Mateo 1,16.18-21.24.

Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.
Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.
Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".
Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa,

Palabra  de Dios.
Gloría a ti, Señor Jesús.




La Justicia verdadera.

Evangelio según San Mateo 5,20-26.
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Palabra de Dios.
Gloría a ti, Señor Jesús.

Reflexión:  Debemos Recordar que todos somos polvo, y nadie puede ser más grande que otro, pues Cristo Jesús vive en todos nosotros,de algún modo, sea con Justicia, con errores, y pecados, pero jamás no deja, ni dejará solos.
Porque tenemos un Padre Celestial y Cristo Jesús es nuestro hermano en todos nosotros.
¿Porque ofender al hermano, si primero lo hacen con Cristo?
¿Y quien tiene el derecho de juzgar entre nosotros, si no es el mismo Dios?